La compañía estadounidense Albemarle ofreció sombrías perspectivas para el mercado mundial del litio a partir de una caída en los precios del mineral que ya alcanza el 80% desde finales de 2022, cuando tocó su techo en un valor de 80 USD la tonelada.
El principal foco de conflicto para las empresas productoras es un exceso de oferta que se produjo durante el último año, a partir de una retracción en la demanda producto de una menor venta de vehículos eléctricos, sobre todo en China, el gigante de este mercado y el que mayor carbonato de litio demanda.
Esta situación llevó a que varias compañías mineras detuvieran o retrasaran proyectos nuevos, y se concentraran en la extracción en minas ya activas. Tal es el caso de la australiana Core Lithium en el proyecto Finnis.
Allí, anunciaron que al menos hasta mediados de 2024 se mantendrán con las reservas mineras existentes, que ascienden a 280.000 toneladas. Y solo retomará las excavaciones en caso de que las condiciones de mercado se vuelvan más favorables.
No obstante este marco de situación, nadie duda de que el mineral blanco continuará siendo redituable. Primero por su importancia geopolítica, ya que es un bien codiciado por muchos países debido a la importancia que tendrá en la transición energética, y segundo porque sus costos de producción continúan siendo amigables para las compañías.
“Si bien el entorno de precios se ha suavizado por el momento, no debemos perder de vista el hecho de que seguimos viendo un crecimiento significativo a largo plazo en la demanda para una oferta limitada”, aseguró Kent Masters, quien habló en nombre de Albemarle.