El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, viajó a la República Popular de China con el objetivo de avanzar con la finalización de las obras de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner. Además, buscará inversores para Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y evitar la privatización del Gobierno nacional.
En una de las reuniones destacadas, Vidal fue recibido por Huailiang Liu, presidente de China Gezhouba Group Corp. (CGGC) Energy China, una de las principales empresas mundiales en infraestructura energética, para avanzar en un plan que permita retomar la construcción de las represas apostadas sobre el Río Santa Cruz.
Se trata de dos proyectos estratégicos no solo para la provincia, sino también para la Argentina. En actividad plena, podrían generar una cantidad significativa de energía renovable que abastecerá tanto a Santa Cruz como al sistema energético nacional.
“Estamos trabajando sin descanso para que las represas se pongan en marcha y generen los empleos que nuestra gente necesita”, afirmó Vidal durante la reunión. “Este es el tipo de proyectos que puede cambiar la realidad de Santa Cruz y estamos decididos a que suceda”, agregó.
El conflicto subyacente que repercutió en el Congreso
Meses atrás, Vidal se reunió con el ministro del Interior, Guillermo Francos, en la Casa Rosada. Fue una semana después de que el DNU 70/23 fuera rechazo por amplia mayoría en el Senado y con el voto negativo de los senadores José María Carambia y Natalia Gadano, ambos de Santa Cruz.
En aquella tarde porteña del 14 de marzo, los alfiles vidalistas plasmaron en el recinto de la Cámara alta el desagrado de Vidal con la Casa Rosada. La nueva conducción Enarsa había congelado las negociaciones con un banco chino y la empresa UTE Gezhouba-Electroingeniería por un crédito de, aproximadamente, USD$500.000 millones.
Las razones son varias, pero según pudo saber CATER de fuentes oficiales la principal fue la reformulación del proyecto a raíz de un deslizamiento de la tierra que quebró un talud de contención del vertedero de una de las represas. La otra marcha por el nuevo giro diplomático que dio la Argentina con Estados Unidos como faro.
En este contexto, se ejecutaron los despidos en Santa Cruz. La represa Néstor Kirchner lleva un nivel de avance del 20 por ciento, mientras que la Cepernic un 45 por ciento. Ambas, según especificó Vidal, aportarían un 1.310 MW de potencia instalada.
Tras la reunión con Francos, Vidal volvió a remarcar su postura negativa, pero en este caso pidió por recursos en general. Aquella reunión en Balcarce 50 Francos la calificó el encuentro como “productivo”. La mirada de Vidal parecería ser otra. Pretendía llevarse algo más respecto al futuro de YCRT.
Fuentes consultadas por CATER en el Ministerio del Interior descartaron otro encuentro en el corto plazo para apaciguar las aguas, luego de que el mandatario provincial amenazara con no votar la nueva ley de Bases ni firmar el Pacto de Mayo. Acción que concretó.
YCRT, al borde la privatización
YCRT es una de las empresas públicas sujetas a privatización, tras la aprobación de la Ley Bases. Tiene un déficit anual de $20.000 millones; es el motor de las localidades de Río Turbio y 28 de noviembre, dos pueblos limítrofes a Chile, y emplea a un poco más de 2.200 personas.
A principios de enero, en el paso fugaz del presidente Javier Milei por Río Gallegos, antes de partir a la Base Marambio, Vidal se reunió con el mandatario y le manifestó como uno de sus deseos principales la reactivación de YCRT. A su vez, le entregó una carpeta con una serie de diversos proyectos.
Al momento, la Casa Rosada no mostró interés real en ninguno. De hecho, la compañía se vio envuelta en un escándalo de presunta corrupción semanas atrás que terminó con un nuevo interventor nombrado por el oficialismo nacional, Pablo Gordillo Arriagada, tras la eyección de Thierry Decoud.