Sonríe Weretilneck: Milei quiere sacarle la planta de GNL a Kicillof y la suerte de Bahía Blanca parece sellada

Sonríe Weretilneck: Milei quiere sacarle la planta de GNL a Kicillof y la suerte de Bahía Blanca parece sellada

Es sin lugar a dudas la disputa política más grande que existe en la Argentina por estos meses. El número de inversión por el que pujan Río Negro y la provincia de Buenos Aires explica las jugadas que cada uno hace para quedarse con los 30 mil millones de dólares quue desembolsarán la malaya Petronas e YPF.

Una pieza que aún no había aparecido en escena, y que por su trascendencia y visceralidad no podría pasar desapercibido, es Javier Milei. Consultado por Alejandro Fantino en una entrevista el viernes, el presidente aseguró que la planta iría a Río Negro ya que el gobernador es “comunista” y un “expropiador serial”.

“Obvio que se va a ir a otro lado. ¿Vas a invertir donde está Kicillof? ¿Para qué quiere un RIGI distinto, para hacerlo con sus ideas comunistas?”, indicó el máximo mandatario.

A pesar de sus palabras, siempre rimbombantes, la decisión recaerá sobre Marín, un hombre del rubro, que fue un ejecutivo importante de Tecpetrol y no debería dejarse influenciar por una rencilla política, sobre todo teniendo en cuenta que detrás está también Malasia.

Al respecto, el gobernador respondió: “Seguiré trabajando en favor de los intereses de la provincia que gobierno y en defensa de los derechos de los bonaerenses sin entrar en una ridícula competencia con una provincia hermana y sin caer en las provocaciones de un presidente que confunde al país con las redes sociales”.

El presidente de YPF, semanas atrás, había alertado que “sin RIGI no puede haber planta de GNL”, para marcar la diferencia entre Buenos Aires, que lo rechaza como casi toda la fuerza política que integra Kicillof y Río Negro, cuyo gobernador movilizó a su espacio, Juntos Somos Río Negro, para adherir al RIGI a nivel provincial.

Con la tensión increscendo, el tiempo se acaba y la petrolera nacional deberá decidir en las próximas semanas a dónde llevará la millonaria inversión. Ambas provincias tienen pros y contras, pero para cuidar la reputación de la empresa más importante de Argentina, la decisión no debería estar guiada por los resentimientos personales de un presidente.